Un verano saludable estando embarazada
Este año está siendo uno de los más calurosos de las últimas décadas o eso es lo que advierten los especialistas en meteorología. Es por tanto un asunto que afecta de manera muy notable a las mujeres embarazadas, en especial si su gestación durante el período estival se encuentra en un período muy avanzado. Aquí desgranamos una serie de recomendaciones que de forma sensata nos van a ayudar a paliar el malestar que pueda producirse.
Es en los meses de verano, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el período del año en el que se produce un mayor número de partos. Aproximadamente un tercio de los nacimientos se producen en los meses estivales. Y es esta época cuando las mujeres deben protegerse un poco más de los efectos del calor ya que puede modificar su estado de salud durante la gestación.
Normalmente en vacaciones se suele realizar viajes y este el primer aspecto a cuidar. Los viajes deberán ser lo más cómodos posibles. Procurar estar muy bien hidratada y hacer un ligero descanso cada dos horas como máximo para estirarse. Con el calor las extremidades suelen sufrir un leve hinchazón, en especial, las piernas. Por tanto será muy recomendable realizar ligeros masajes con las piernas en lato en un sofá o en la cama. La tensión arterial se ve afectada por el calor por lo que conviene controlarla y evitar una posible trombosis.
Un aspecto que puede variar nuestra temperatura va a ser la vestimenta. Evita las prendas ajustadas y procura más los tejidos ligeros. Uso de gorros, pantalones de lino, gasas, tejidos vaporosos son los más recomendables y no por ello se aleja una de las tendencias. Cómo hemos dicho las piernas sufren y del mismo modo los reproduccion asistidapies. Por eso un calzado como unas sandalias con un tacón no muy alto será muy recomendable.
Busca protección del sol con una buena sombra. Te puedes poner morena pero no te expongas durante muchas horas y siempre usa crema con un factor de protección mínimo del 30. Las manchas en la piel aparecen con mayor intensidad durante el embarazo. Y si te siente muy expuesta al sol busca la siesta en una sombra. Es muy recomendable la siesta de unos 30 minutos más o menos en un espacio protegido y bien ventilado.
Cuida tu alimentación en verano
También podemos protegernos por dentro. Obvia decir que siempre debemos estar perfectamente hidratadas. Es recomendable beber mucha agua, no existe una medida exacta, toda la que el cuerpo nos pida y hay que vigilar mucho este aspecto. Nunca debemos quedarnos sin agua. Puedes acompañar esta agua con un trozo de limón y así variaras el sabor. Aunque pienses que vas a sudar mucho, no importa, bebe agua y bébela fresca. Y aprovecha cada vez que puedas a darte un remojón o mejor una ducha fresca. Ayudará a refrescar la temperatura y mejorará la circulación. En cuanto a los baños en el mar o piscina, no son malos, pero hay que cambiar el traje de baño para evitar posibles infecciones.
También puedes darte el placer de consumir algún batido natural. Batidos ricos en vitaminas que te alimentan y refrescan y además si es posible ayudaran a combatir el estreñimiento. Los batidos con frutas son los más recomendables, fresas, kiwi, plátano, manzana, marácuya, mango combinados con yogur o muesli…
En cuanto a la alimentación conviene seguir una dieta de cinco comidas diarias. Un desayuno con fruta, un pequeño bocadillo y te sin teína que podrás tomar frío. Un ligero almuerzo a media mañana, comidas ligeras como ensaladas, pollo guisado, pescados y verduras y un postre. Por la tarde un ligero refrigerio como una fruta o un té y para la cena de forma ligera también con cremas, pescados o revueltos. Puedes consultar con tu especialista en este tipo de dietas.
Por último, conviene seguir con una rutina de ejercicio ligero evitando la sudoración. Un pequeño paseo, o ejercicios de taichí o pilates te ayudarán. Estas disciplinas ayudan a relajarse y mejorar dolencias y posturas para prepararse para el parto. Existen muchas más recomendaciones como mantener bien ventilada la casa, pero la principal es no sentirse agobiada más de lo normal por el calor. Existen formas para combatirlo y puedes tener unas vacaciones muy tranquilas a pesar del calor siguiendo las recomendaciones de tu médico o especialista.